LA MATERNIDAD QUE ME HIZO MÁS HUMANA

La maternidad me cambió en lo más profundo.

No solo porque ahora soy mamá, sino porque me transformó entera: me hizo más sensible, más consciente, más humana. Me enseñó a mirar la vida con otros ojos, a valorar lo simple y a reconocer que no puedo ni debo hacerlo todo sola. Pedir ayuda dejó de ser una señal de debilidad para convertirse en un acto de amor hacia mí y hacia mi hijo.

No romantizo este camino. Hubo días luminosos, llenos de ternura y sonrisas, pero también noches interminables, lágrimas de cansancio y momentos en los que me sentí agotada, confundida e incluso perdida. En esas horas entendí lo necesario que es contar con una red de apoyo, rodearse de otras mamás que escuchan sin juzgar, que abrazan con sus palabras y que saben —porque también lo viven— lo que significa maternar.

La maternidad me recordó la importancia de volver a lo comunitario, a lo colectivo, a ese sostén que nuestras abuelas y bisabuelas tenían y que poco a poco fuimos perdiendo. Criar no es una tarea individual: es un viaje que necesita compañía, escucha y contención.

Como mamá millennial, también descubrí que mi manera de maternar se teje con lecturas, estudios y búsquedas constantes. No me conformo con “porque así se ha hecho siempre”: quiero decisiones informadas, basadas en evidencia, que me den tranquilidad en medio de tanta información que, a veces, más que ayudar, abruma.

De esa mezcla de vulnerabilidad, amor y búsqueda incansable nació Espacio Libelle.
Y no lo soñé sola: junto a mi socia Ara, que también es mamá, compartimos las mismas preguntas, los mismos miedos y el mismo anhelo de encontrar un lugar donde maternar no significara sentirse sola. Desde nuestras experiencias y desde lo más profundo de nuestro corazón, creamos un espacio seguro y humano, donde cada mamá pueda sentirse escuchada, sostenida y acompañada.

Hoy miro hacia atrás y veo cómo la maternidad me transformó: me conectó con mis límites, me enseñó a pedir ayuda, a soltar el perfeccionismo y a reconocer que cuidarme a mí también es cuidar a mi hijo.

Eso es lo que quiero compartir con cada mamá que llegue a Libelle: que aquí hay una comunidad, una red y un equipo de especialistas que entienden lo que significa maternar, y que estarán ahí para recordarte que no tienes que hacerlo todo sola.

Porque maternar acompañada cambia todo.

Escrito por
Constanza Valenzuela
Directora de Gestión Estratégica
Cofundadora de Espacio Libelle

Deja un comentario